Crecí profesionalmente amando los números, los negocios y la tecnología. Mi vida profesional ha estado rodeada de la adrenalina de las decisiones en condiciones volátiles y de riesgos. Me he equivocado, he aprendido, pero lo más importante me la he gozado. En el camino sigo aprendiendo a poner a mi favor tanto la energía femenina como la masculina para cumplir el propósito que me tracé de aportar valor a los negocios a partir de hacer las cosas diferente, con mentalidad de apertura y sobre todo con un propósito de impacto trascendente.
Hoy celebro cuando acompañamos a tantas mujeres emprendedoras que no solo generan ingresos para sus familias, sino que también impulsan el crecimiento económico a nivel comunitario y nacional. Mujeres que pueden decidir el papel que quieren desempeñar y lo sacan adelante. Celebrar los logros de las mujeres no solo reconoce su valía, sino que también inspira a las generaciones futuras a trazar sus metas sin limitaciones basadas en el género. El liderazgo femenino no solo aporta diversidad a la toma de decisiones, sino que también contribuye a una gestión más inclusiva y empática.
A las mujeres que lideran sus emprendimientos, son disciplinadas en alcanzar sus metas, se trazan un propósito de crecimiento y bienestar les deseo que sus actividades cada día las lleven más cerca de lograr lo que genuinamente y en libertad han deseado alcanzar para ustedes mismas.
A aquellas mujeres que están buscando su camino y todavía sienten que hay cosas que las frenan (ya sean presiones sociales o económicas) las invito a buscar primero en su corazón su gran deseo y con esta fuerza busquen ayuda y acompañamiento de entidades que estamos dispuestas a apoyar su desarrollo. ¡En este camino no estamos solas!