El microcrédito nació hace más de 40 años con la unión de mujeres en condiciones de pobreza y con algún oficio; alguien les prestó dinero, entre todas las personas que respondieron al pago, se apoyaron entre ellas mismas para atender sus situaciones de vida y generaron un ingreso adicional para cada una de sus familias. De igual forma, podríamos visitar muchos ejemplos en la historia que nos muestra que cuando nos juntamos para trabajar por un fin común podemos ganar más valor que si emprendiéramos de manera individual.
En nuestra experiencia en Interactuar observamos que en el desarrollo económico los colectivos se dan de distintas maneras. Por ejemplo, Carlos Torres de Necoclí, Antioquia, decide emprender la asociación Asitapur, con el fin de dar asistencia técnica para una mejor producción y acopiar el cacao para vender un mejor precio. A este tipo de asociaciones Interactuar los acompañantes con el mejoramiento de su modelo de gobierno y de negocio, en habilidades blandas como liderazgo y negociación, y en gestión empresarial. A la fecha han logrado ampliar el área cultivada, mejorar la productividad, la calidad del cacao y aumentar la base de asociados.
En el sector cultural y creativo, por ejemplo, los colectivos (plataformas) apoyan la labor de diferentes tipos de artistas que como creativos independientes pueden tomar más tiempo de acceso a mercados, fortalecer habilidades y hacerse visibles. Estamos en un muy buen momento para esta industria donde los colectivos culturales potencian la circulación de contenidos, la inclusión social, y ante todo más opciones para la generación de ingresos formales y dignos, como una nueva apuesta a la generación de riqueza social.
Otro ejemplo son las cadenas de valor. En Urabá, en compañía de Comfama y Banacol, logramos múltiples riesgos: formamos a agroempresarios en gestión empresarial y buenas prácticas agrícolas para la producción de plátano; adicionalmente, Banacol necesitó plátano para exportar, el cual es principalmente producido por pequeños productores quienes necesitan una certificación del ICA y para lograrla necesitan unas inversiones; para ello Interactuar les presta el dinero, donde la fuente de pago es Banacol. Aquí ganamos todos: primero, los agroempresarios logran vender la fruta a un precio muy superior al mercado local, Banacol exporta, Comfama cumple su misión y atrae más agroempresarios a la formalidad laboral, e Interactuar, también cumple su misión de desarrollo empresarial prestando sus servicios de conocimiento, financieros y redes.
En estas y otras formas de colectivos, el denominador común es la generación de mayor valor, lo que también conlleva desafíos. El más básico y estructural es el factor humano, es decir, todo lo que llevamos cada uno en nuestro ser, la inmensidad, el misterio, el potencial, las emociones, los traumas, todo ello revuelto al momento de interactuar con otras personas, de poder conversar en torno a un propósito común, el ser capaz de armonizar los intereses personales con los intereses colectivos, el ser capaz de discutir distintos puntos de vista sin tomarnos personalmente las diferencias. Y todo esto en una cultura que ha sido en buena medida individualista y dentro de un contexto socio-económico en el que las escalas ha sido una constante.
Uno de los colectivos que más me ha tocado el corazón son las Tiendas de Paz. Población que retorna a su tierra luego del conflicto, muchos de ellos con relaciones fracturadas por algún momento del conflicto se les cruza los caminos. Al retornar se reencuentran, van sanando sus heridas y entienden que es hora de emprender una iniciativa común para el bien de su comunidad. En Interactuar, con aliados como el Prosperidad Social, Bavaria, Comfama, los acompañamos montando una tienda comunitaria. Primero les trabajamos habilidades blandas como la negociación, el liderazgo, la solución de conflictos, luego les fortalecemos su modelo de gobierno, después mejoramos o construimos la tienda y les enseñamos a operarla, incluso el modelo va acompañado de un fondo de ahorro colectivo.
Soy un convencido de que el nuevo mundo que se viene gestando con los recientes acontecimientos locales y globales pasa por estos movimientos colectivos; al mismo tiempo soy un optimista de los seres humanos somos capaces de lograr la transición de una manera armoniosa en la que todos como sociedad ganamos y también preservamos nuestro planeta.