Por: Lina María Montoya M.
Directora ejecutiva
Aunque las mujeres realizan el 66% del trabajo en el mundo y producen el 50% de los alimentos, solo reciben el 10% de los ingresos y poseen el 1% de la propiedad[1]. Reflexionemos sobre el poderío de las mujeres y su capacidad emprendedora. Esta es la historia de Gloria Ramírez, una joven tímida que transformó su mentalidad y rol en una familia de seis hermanos, cinco de ellos hombres, para convertirse en la líder de una agroempresa familiar que nació hace 11 años, dedicada al cultivo de hortalizas.
Gloria y su familia fueron desplazados por la violencia; sin embargo, el campo les brindó una nueva esperanza de vida digna. Siempre fue curiosa e insatisfecha de dedicarse a los quehaceres de la casa con su madre. El campo lo era todo para ella y quiso aprender y dedicarse a él. Gloria venció sus miedos y aunque al principio su padre y hermanos “le tomaban poco en cuenta la palabra” como afirma, el sentirse capaz de darle un nuevo rumbo al negocio familiar la impulsó a capacitarse e involucrarse en la finca, transformándola en la Agroempresa Ramírez Ramírez.
Desde que la gerencia se han mejorado los procesos de producción y comercialización, tanto que ahora se enfoca en producir de forma orgánica, apostándole al cuidado del medio ambiente y a que sus productos sean fuente de salud para las personas. Con 7 empleos formales incentiva en otros productores de la vereda la producción limpia; es líder comunitaria y sueña tener su propio Fruver orgánico. Así, Gloria venció un estereotipo de ocupación por género.
*Publicación ADN el 8 de marzo 2023