Quiero compartirles, a través de mis columnas, aprendizajes que he ido acumulando en mi experiencia profesional y personal y que considero pueden resultar útiles para emprendedores, empresarios y personas en general. Muchos de ellos surgen en conversaciones o son el fruto de la observación y el análisis de situaciones. Otros se adquieren de manera más académica o simplemente a través de la práctica, es decir, desde la experiencia.
Quiero comenzar con una propuesta. ¿Qué tal si empezamos a adoptar una mentalidad de posibilidad en lugar de una mentalidad de problema? Aquí quiero hacer referencia a un podcast que escuché recientemente (Jay Shetty, On Purpose), el cual nos invita a dejar de desgastarnos con los problemas y centrarnos en las posibilidades.
Y, ¿cómo se logra esto en el mundo del emprendimiento y la microempresa? Hay que hacerlo de manera sencilla. En un sector donde cada venta cuenta y cada decisión impacta directamente en la subsistencia diaria; hay que entender cada aspecto del negocio para una gestión más enfocada en las oportunidades. Marcar la diferencia en el bienestar financiero y el crecimiento de la microempresa requiere de olfato y observación.
El día a día del negocio puede desgastarte (aquí te enfocas en el problema) o también puedes ser más observador (aquí buscas las oportunidades). ¿Sabes qué es lo que hace que tu cliente regrese? ¿Les preguntas a tus clientes las razones por las que no te compran con la misma frecuencia? ¿Has implementado alguna de las recomendaciones que te hacen? ¿Te molesta o te desafía que te comparen con la competencia? Comencemos con estas preguntas. Escríbelas, léelas detenidamente y revisa si tienen sentido para ti. Empieza con pequeños cambios y observa los resultados.